Un buen aislamiento térmico en la vivienda nos permite disfrutar de un mayor confort en el hogar, así como tener un importante ahorro económico en la factura del gas.

¿Qué es el aislamiento térmico en la vivienda?

Podemos definir el aislamiento térmico como la capacidad para reducir la transferencia de calor o frío de un inmueble.

Para conseguirlo se aplican a los diferentes elementos constructivos un conjunto de técnicas y material aislante, que aumenta la resistencia a las posibles pérdidas de calor o frío. Esto incluye tanto las fachadas del edificio como las paredes interiores, los techos o suelos.

Por otro lado, también hemos de tener en cuenta elementos como las ventanas o puertas.

Beneficios de aislar térmicamente una vivienda

Mantener el confort térmico en una vivienda eleva de manera considerable el consumo energético y, por tanto, el coste del recibo de luz o gas a pagar.

No obstante, si queremos reducir la factura energética, contar con un buen aislamiento térmico es la mejor opción. Con ello, conseguimos reducir las pérdidas de calor en el interior de la vivienda en invierno y la entrada de calor procedente del exterior en verano.

Llevar a cabo un buen aislamiento térmico en la vivienda o edificio representa muchos beneficios. El ahorro económico es uno de los más importantes, no obstante, hay bastantes más. A continuación, detallamos los más destacados.

La factura energética se reduce de manera considerable

Al no producirse pérdidas de calor o de frío, los aparatos de climatización o calefacción deben funcionar menos para mantener los niveles de temperatura adecuados.

De esta manera, se necesita consumir menos electricidad o gas. El ahorro económico que se produce es considerable. Esto es muy importante, dados los incrementos constantes que está sufriendo el precio tanto de la electricidad como del gas.

Las instalaciones térmicas tienen un mejor rendimiento

Un buen aislamiento evita que las redes de distribución pierdan energía a causa de los cambios continuos de temperatura. Por tanto, los equipos pueden funcionar de una manera mucho más eficiente y consumir menos recursos energéticos.

Post relacionado: Ventajas y desventajas del suelo radiante

El confort de los habitantes de la vivienda mejora de manera considerable

Los cambios de temperatura pueden alterar el bienestar de los habitantes de la vivienda. Una entrada de aire frío en invierno puede llegar a ser muy molesta.

Con un buen aislamiento térmico se evita que se produzcan entradas y salidas de aire, por lo que la temperatura en el interior de la vivienda se mantiene estable. Así, el inquilino se siente mucho más cómodo en todo momento.

Mejora la conservación del medioambiente

Las calderas de gas emiten gases con efecto invernadero mientras están funcionando. Para producir la energía eléctrica de los aparatos de aire acondicionado también se llevan a cabo emisiones de CO₂.

Al reducir la utilización de estos electrodomésticos, se consume mucha menos energía y, por tanto, la emisión de gases contaminantes. Esto supone un importante mejora en el equilibrio medioambiental.

Desaparecen las condensaciones

Los contrastes de temperatura pueden originar que se produzcan condensaciones dentro de la casa que pueden derivar en la aparición de humedades, lo que puede acabar degradando los muebles y paredes.

condensación en la ventana por mal aislamiento térmico

Además, un exceso de humedad puede provocar la aparición de moho. Este hongo es uno de los principales responsables de las alergias y problemas respiratorios. Con un buen aislamiento se evita su proliferación y mejora considerablemente la calidad del aire.

Se tiene un mejor aislamiento acústico

Los materiales aislantes impiden que el ruido que procede del exterior pueda alcanzar el interior de la casa. Así, se tiene un buen aislamiento acústico que mejora el nivel de confort de los inquilinos. Este aspecto es muy relevante, sobre todo en núcleos urbanos o en zonas en las que hay mucho ruido ambiental.

El valor de la vivienda aumenta en el mercado inmobiliario

Una vivienda aislada tiene una alta eficiencia energética, por lo que se produce un mayor ahorro económico en las facturas de luz o gas. Este factor permite que se pueda pedir más dinero a la hora de alquilar o vender una vivienda.

El coste de la obra se amortiza en un plazo de tiempo corto

Aunque los costes para efectuar una obra de aislamiento térmico pueden ser un poco elevados al principio, el ahorro que se obtiene en la factura energética permite que se puedan amortizar en un periodo comprendido entre los 3 y 5 años aproximadamente. De hecho, se calcula que un aislamiento adecuado en ventanas, fachadas y techo permite ahorrar hasta un 70 % del importe total de la factura.

No es necesario llevar a cabo trabajos de mantenimiento

Para llevar a cabo los trabajos de aislamiento térmico en la vivienda, se utilizan unos materiales que tienen una alta resistencia y durabilidad. De esta manera, una vez finalizada la obra no es necesario tener que efectuar mantenimientos para garantizar su buen funcionamiento. Esto supone un importante ahorro monetario a medio y largo plazo.

Como puedes leer, tener un buen aislamiento térmico en la vivienda puede ahorrarte mucho dinero en la factura del gas y mejorará notablemente la calidad de vida dentro de tu hogar tanto en invierno como en verano.

Si necesitas que te hagan una instalación de calefacción y clima en tu casa de Madrid y alrededores no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Solicita presupuesto sin compromiso!

Posts Relacionados

Abrir chat
¿Necesitas Ayuda?
Hola
¿En que podemos ayudarte?