Los principales problemas en las cubiertas de edificios antiguos dependen de múltiples factores. Uno de ellos es el tipo de cubierta que tenga el inmueble. Los problemas con las cubiertas planas se dividen, a su vez, en el tipo de acabado que se eligió durante la construcción del edificio.

Como especialistas en la rehabilitación de edificios antiguos, conocemos perfectamente la variedad de problemas que suelen aparecer en las cubiertas de los edificios, por lo que hemos realizado un listado donde te contamos las principales.

Tela asfáltica

Solía usarse el aluminio o la pizarra entre otros materiales. Lo habitual es que el paso del tiempo afecte a su fiabilidad.

También es posible que se desprendan los refuerzos y puntos clave de la estructura, el punto de conexión entre la tela asfáltica y los bajantes se deteriore o se desgaste la zona en la que los salientes se encuentran con la tela asfáltica.

Baldosas

Otro de los problemas en las cubiertas de los edificios antiguos y que es frecuente es el desgaste de las juntas, que haya baldosines sueltos, que aparezca humedad o verdín o que se desprendan los remates en los petos.

Grava

La pérdida de este material suele acentuarse en algunas áreas concretas. Asimismo, los puntos que no están cubiertos están más expuestos a las inclemencias meteorológicas y presentan menor densidad.

La humedad o la pérdida de la lámina geotextil son también consecuencias directas de la pérdida de este elemento.

El motivo de todo lo anterior es la exposición continuada al sol, a la lluvia y a la suciedad. Lo más adecuado es contratar a profesionales que revisen periódicamente la cubierta para alargar la vida útil del edificio.

Cubiertas con inclinación

Son muy frecuentes en áreas donde es habitual que llueva o nieve. Al igual que en el caso anterior, todo dependerá del tipo de acabado elegido.

En tejas

Es normal que se rompan tras tantos años de uso. En ocasiones, se desplazan o se sueltan por pérdida de adherencia del material. Además, la humedad favorece que aparezca verdín y vegetación entre las tejas. Los canalones, la cumbrera y las limatesas, por dar tres ejemplos, son puntos sensibles que deben revisarse o renovarse dependiendo de cada caso.

En chapa

Este tipo de cubiertas se elige para proteger mejor la estructura del edificio. Sin embargo, la lluvia o la nieve aceleran la oxidación de la tornillería.

También los anclajes se van soltando poco a poco y las piezas se pueden desplazar. Es aconsejable que se repasen los puntos de conexión de los canalones con la chapa para comprobar su fiabilidad.

La parte interior

Se conoce como bajo cubierta y puede estar construida con una estructura de pares (con tablero de ripia, durmientes y correas), una estructura metálica con tableros o tabiques palomeros que incorporan tableros de rasilla.

Es imprescindible comprobar cuál es el nivel de corrosión de las vigas de madera o de metal. El agrietamiento de la rasilla, la oxidación de la estructura metálica y la comprobación visual de la estabilidad de cada pieza son tres factores totalmente imprescindibles.

En este caso, no resulta nada fácil repasar la estructura y menos si no se tiene el conocimiento más adecuado. Por ello, se aconseja contar con profesionales que se encarguen de esta importante labor.

¿Cuáles son los riesgos de no reparar una cubierta de un edificio antiguo?

Suele pensarse que, si durante décadas no ha habido ningún problema, la situación no tiene por qué cambiar. Cada racha de viento, cada litro de agua de lluvia, cada día de calor van haciendo mella en la cubierta y, especialmente, en sus puntos débiles.

El final del proceso es la caída del revestimiento o la aparición de filtraciones que afecten a las viviendas. Esta última circunstancia provoca que comience a oxidarse el forjado y que los desprendimientos sean de mayor calado llegando incluso a alterar la fachada.

Por ello, consideramos esencial evitar la reparación y apostar por la revisión. Con realizarla dos veces al año, una tras las estaciones más lluviosas y otra antes de que vuelva el mal tiempo sería suficiente. Solo los profesionales saben cuáles son los puntos que deben revisar para confirmar la fiabilidad absoluta de la cubierta y su estabilidad.

Además, recomendamos que la revisión no se quede en la cubierta para extenderse a la zona interior, a la base y a la fachada. En ocasiones, será necesario cambiar una parte de la cubierta y en otras bastará con reponer los anclajes, limpiar las canalizaciones y comprobar, siempre contando con una opinión profesional, la adecuada estabilidad de la cubierta y su adaptabilidad a todo tipo de inclemencias meteorológicas y demás amenazas ya comentadas con anterioridad.

De ella depende que podamos seguir viviendo en un lugar que se adapta a las inclemencias meteorológicas y que sigue ofreciendo la resistencia más adecuada al paso del tiempo.

Tras haber comentado los principales problemas de en las cubiertas de edificios y sus soluciones, solo nos queda confirmar la importancia de mantener en perfecto estado una parte esencial de cualquier edificio.

Por ello desde Gycoosa, contamos con un equipo de técnicos especializado en revisión, reparación y rehabilitación de cubiertas en edificios antiguos en la zona de Madrid.

Si que crees que tu edificio necesita una revisión no dudes en contactar con nosotros y solicitar información sin compromiso.

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